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captura-de-pantalla-2016-10-14-a-las-8-31-25Técnicamente hablando tu jefe es el “propietario” de tu tiempo profesional. Esto significa que tiene derecho a decir: “te cambio de proyecto”, “te asigno dos más”, etc. Aunque como personas que son algunas veces no toman las mejores decisiones cuando te asignan tareas o proyectos. Si en esos momentos, no levantas la mano, y tratas el asunto, acabarás decepcionándote con tu trabajo o incluso en peores condiciones.

Decir no a tu jefe puede intimidar pero existen infinidad de tácticas y momentos en lo que puedes ir a su despacho, llamar a la puerta y hacerlo sin temer nada. Lo más importante es aprender a decir no con tacto y con la intención de ayudar a tu jefe a buscar una solución alternativa.

Parece una tontería pero si tienes esa habilidad y dotes de persuasión puedes tener mucho ganado en el mundo empresarial y puede salvarte de muchos dolores de cabeza y de mucho tiempo perdido. Tener empatía es una herramienta poderosa para manejar este tipo de situaciones.

Así que la próxima vez que tu jefe te incremente tu carga de trabajo, te comente que tu trabajo no está bien injustamente, o que te haga trabajar fuera de tus horas de trabajo… piensa como argumentar ese “no” y vete a contárselo.

  • Responde rápidamente.

Cuando esta petición de la realiza por email o en un virtual chat, no contestes por esa vía. Tienes que ir a verle personalmente.

Pero aunque el título de este blog sea cómo decir no de manera literal, no significa que digas la palabra “no”. Puedes decir: “lo siento pero no tengo tiempo en esta semana debido a este otro proyecto”, etc.

  • Valida su petición.

Inicia tu conversación con palabras positivas y afirmativas no con el “no”. Por ejemplo, “entiendo lo importante que es hacerlo ya”, “yo creo que te refieres a”, etc.

  • Formula preguntas.

“Me puedes contra más del proyecto, tiempos, implicaciones, etc”, ya que incluso una vez comentado puedes tener otro concepto y parecerte totalmente factible y motivante realizar esa tarea determinada.

  • Pídele un poco más de tiempo si realmente lo consideras.

Dile que necesitas medio día para analizarlo y ver como priorizar dicho trabajo.

Las razones que puedes tener son muchas como: estas en desacuerdo con la estrategia, lo que te pide es anti-ético, te pide hacerlo justo cuando habías pedido vacaciones o simplemente no quieres hacer más trabajo del que inicialmente se te solicitó.

Un truco es responderte a estas preguntas:

  • ¿Por qué tu jefe te está pidiendo esto?
  • ¿Qué fin tiene?
  • Si le dices que no ¿Qué podría suceder?
  • Si vas a decirle que no puedes incluso proponer una solución alternativa.

Podrías ponerte con ello si te asignan un refuerzo o te da más tiempo o incluso puede ser el punto de partida para crecer profesionalmente. También puede ayudarte a priorizar y asignar tu actual proyecto a otro equipo para que puedas estar 100% con este nuevo.

Prepárate muy bien tu reunión para demostrarle que no es un capricho si no que tienes interés en colaborar y en buscar una buena solución para todos.

– Elige tus palabras cuidadosamente.

Reconoce su propuesta, sé directa pero con tacto, evita excusas negativas, usa frases positivas, muéstrate abierta, no estés a la defensiva, muéstrate preocupada por los objetivos y por el equipo.

 

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